Apatosaurio
El Apatosaurus fue un colosal saurópodo que era un pariente muy cercano del Diplodocus, pero un poco más pequeño. Medía 27m de largo por casi 7m de alto, pesaba 35 toneladas y al igual que el Diplodocus, vivió durante el período jurásico tardío. También al igual que el Diplodocus, sus restos han sido hallados en Norteamérica. La anatomía del Apatosaurus consistía en unas patas anteriores cortas, un largo y robusto cuerpo terminado en una cola parecida a un látigo, y una diminuta cabeza al final de su largo cuello. El Apatosaurus ha sido objeto de varias meteduras de pata bastante gordas al estudiarlo (de ahí su oportuno nombre, lagarto engañoso).
El primero de estos errores consistió en su nombre. En 1877 se descubrieron varios fósiles de un nuevo saurópodo, al que llamaron Apatosaurus, y más tarde, se encontraron nuevos fósiles que pertenecían a un saurópodo. Estos fósiles se creía que pertenecían a otra especie nueva, el Brontosaurus. Luego se supo que los fósiles más recientes eran de otro Apatosaurus, y debido a que este último nombre se le había puesto antes, se ha dejado como su nombre oficial.
El segundo error fue más escandaloso. Los cráneos de los saurópodos raramente se encuentran junto al cuerpo, lo que se debe a que estas estructuras eran ligeras y seguramente serían arrastradas por algún fenómeno natural. En una excavación, se encontraron muy cerca un esqueleto de Camarasaurus y otro de Apatosaurus, y en medio un cráneo que podía pertenecer a cualquiera de los dos, y al final se le atribuyó al Apatosaurus, pero los científicos se equivocaban. Museos de todo el mundo enseñaban a los visitantes un esqueleto de Apatosaurus con la maqueta de un cráneo de Camarasaurus. Cuando los científicos encontraron más fósiles de Camarasaurus con sus cráneos, se dieron cuenta y dejaron a los esqueletos de Apatosaurus sin cabeza. Ahora en los museos aparecían esqueletos de Apatosaurus a los que les faltaba la cabeza. Gracias a Dios, pronto se encontraron verdaderos cráneos de Apatosaurus y las reproducciones de los museos volvieron a tener cabeza.
Seguro que usted se ha preguntado alguna vez si los saurópodos realmente se podían poner a dos patas o es un simple cuento de los muchos de Jurasic Park. Pues bien, este dinosaurio en concreto sí, se podía poner a dos patas. Esto se debe a que el Apatosaurus gozaba de unas espinas en forma de horquilla que estaban conectadas a los ligamentos de la espina dorsal, que unían la cola y el cuello. Gracias a estas espinas, el Apatosaurus era capaz de “tirar” de sus ligamentos hacia atrás, y una vez arriba, mantenía su peso con un tercer apoyo, la cola. Esta característica le habría servido para elegir los brotes más tiernos de entre las altas coníferas.
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