viernes, 16 de agosto de 2013

Argentinosaurio

                          Argentinosaurio

El Argentinosaurus (lagarto de Argentina) fue el dinosaurio más pesado que haya existido nunca, con unas 99 toneladas de peso. Medía 40m de largo, y es posible que si llegara a levantar su cuello al máximo (cosa que no está probada científicamente) llegase a los 20m de altura. Este gigantesco saurópodo vivió en lo que hoy es Argentina durante el período Cretácico, conviviendo con otros dinosaurios enormes como el Giganotosaurus, su único depredador natural. A pesar de que este dinosaurio suele ser bastante conocido por su aparición en documentales como Caminando entre dinosaurios, de la BBC, tan sólo se han hallado como restos de este animal un fémur, una tibia, algunas vértebras y costillas, y algún otro hueso suelto.


A pesar de que no se ha encontrado ningún cráneo del Argentinosaurus, podemos suponer que este sería pequeño y triangular, con dientes especiales para arrancar las hojas de los árboles. Debió de ser un animal poco inteligente y lento, como los demás saurópodos, y es muy posible que librara combates con el Giganotosaurus, tal y como lo representan los de la BBC.
Hoy día está muy discutido cual fue el dinosaurio más pesado de la historia, ya que hay varias especies de las que apenas se conocen datos y su peso puede llegar a estimarse en 220 toneladas, como en el caso del Bruhathkayosaurus o del Amphicoelias.  

 Se cree que el Argentinosaurus viajaba en manadas desde los  lagos a los bosque para poner sus huevos allí y desde los bosques a los lagos para beber agua, al igual que lo debieron hacer la mayoría de los saurópodos.

Aragosaurio

                              Aragosaurio

El Aragosaurus era un gran saurópodo de 18m de largo y entre 8 y 9 metros de alto y pesaba unas 15 toneladas. Vivió durante el período cretácico y sus fósiles se han hallado en España (de ahí su nombre, lagarto de Aragón), país donde fue la primera especie nueva que se encontraba. No se conocen muchas características de este gigantesco herbívoro debido a que se han encontrado pocos huesos, y además bastante esparcidos. Por ello, lo único que nos ayuda a examinar los Aragosaurus es su gran parecido con otros saurópodos descubiertos en E.E.U.U. como el Camarasaurus. Las características que comparten son que tenían un largo cuello que terminaba en una cabeza bastante pequeña en relación al resto del cuerpo, tenían las patas delanteras ligeramente más pequeñas que las traseras, y disponían de unos fuertes y afilados dientes ideales para triturar las hojas que comían de las grandes coníferas.


Debido a estas similitudes con el Camarasaurus y con otros grandes saurópodos de África, hemos deducido que en el período jurásico África, Europa y Norteamérica estaban unidas y que se separaron con el paso del tiempo, dejando divididos a los saurópodos, que evolucionaron de forma distinta en cada continente.

jueves, 15 de agosto de 2013

Apatosaurio

                                                                    Apatosaurio

El Apatosaurus fue un colosal saurópodo que era un pariente muy cercano del Diplodocus, pero un poco más pequeño. Medía 27m de largo por casi 7m de alto, pesaba 35 toneladas y al igual que el Diplodocus, vivió durante el período jurásico tardío. También al igual que el Diplodocus, sus restos han sido hallados en Norteamérica. La anatomía del Apatosaurus consistía en unas patas anteriores cortas, un largo y robusto cuerpo terminado en una cola parecida a un látigo, y una diminuta cabeza al final de su largo cuello. El Apatosaurus ha sido objeto de varias meteduras de pata bastante gordas al estudiarlo (de ahí su oportuno nombre, lagarto engañoso).

El primero de estos errores consistió en su nombre. En 1877 se descubrieron varios fósiles de un nuevo saurópodo, al que llamaron Apatosaurus, y más tarde, se encontraron nuevos fósiles que pertenecían a un saurópodo. Estos fósiles se creía que pertenecían a otra especie nueva, el Brontosaurus. Luego se supo que los fósiles más recientes eran de otro Apatosaurus, y debido a que este último nombre se le había puesto antes, se ha dejado como su nombre oficial.

El segundo error fue más escandaloso. Los cráneos de los saurópodos raramente se encuentran junto al cuerpo, lo que se debe a que estas estructuras eran ligeras y seguramente serían arrastradas por algún fenómeno natural. En una excavación, se encontraron muy cerca un esqueleto de Camarasaurus y otro de Apatosaurus, y en medio un cráneo que podía pertenecer a cualquiera de los dos, y al final se le atribuyó al Apatosaurus, pero los científicos se equivocaban. Museos de todo el mundo enseñaban a los visitantes un esqueleto de Apatosaurus con la maqueta de un cráneo de Camarasaurus. Cuando los científicos encontraron más fósiles de Camarasaurus con sus cráneos, se dieron cuenta y dejaron a los esqueletos de Apatosaurus sin cabeza. Ahora en los museos aparecían esqueletos de Apatosaurus a los que les faltaba la cabeza. Gracias a Dios, pronto se encontraron verdaderos cráneos de Apatosaurus y las reproducciones de los museos volvieron a tener cabeza.

Seguro que usted se ha preguntado alguna vez si los saurópodos realmente se podían poner a dos patas o es un simple cuento de los muchos de Jurasic Park. Pues bien, este dinosaurio en concreto sí, se podía poner a dos patas. Esto se debe a que el Apatosaurus gozaba de unas espinas en forma de horquilla que estaban conectadas a los ligamentos de la espina dorsal, que unían la cola y el cuello. Gracias a estas espinas, el Apatosaurus era capaz de “tirar” de sus ligamentos hacia atrás, y una vez arriba, mantenía su peso con un tercer apoyo, la cola. Esta característica le habría servido para elegir los brotes más tiernos de entre las altas coníferas.

Anquilosaurio

                                         Anquilosaurio

El Ankylosaurus fue un herbívoro que pesaba unas 4 toneladas y medía sobre 11m de largo por dos y medio de alto. Vivió a finales del período cretácico, cuando se supone que cayó el famoso meteorito en la Tierra, y sus restos han sido descubiertos en Norteamérica. La gran característica de este dinosaurio era su recubrimiento de placas óseas (de ahí su nombre, “lagarto blindado”) desde la cabeza a la cola. Ya en el cráneo, tenía unos grandes cuernos con formas triangulares que le crecían hacia atrás, y en todo el resto del cuerpo y de la cola, estaba recubierto de montones de placas óseas y poderosas espinas de significativo grosor.

 Además, al final de la cola, disponía de una potente maza ósea de considerable grosor, con la que podría haber tumbado o incluso roto una pata a casi cualquier depredador bípedo, ya que los carnívoros de la época del Ankylosaurus, como el Tyrannosaurus, tenían tanto peso que una sola caída podía incluso fracturarles un hueso.

Se cree que la maza de su cola estaba formada a partir de nódulos óseos que se incrustaban en la piel, y un poco antes de llegar a la maza de la cola los huesos estaban muy encajados entre sí. Además, el Ankylosaurus disponía de unos músculos especiales situados en la cola que le permitían mover toda su cola y su maza con bastante fuerza.
Al igual que una tortuga, el Ankylosaurus tenía una gran debilidad, que le dieran la vuelta. Aunque tenía todo el lomo, la cabeza y la cola recubiertos de placas óseas, por debajo no disponía de defensa alguna, así que si un depredador lograba darle la vuelta (lo cual era bastante difícil, ya que el Ankylosaurus pesaba varias toneladas) y ponerlo boca arriba, tenía la batalla ganada.

Los fósiles de los Ankylosaurus contrastan un poco los de los demás anquilosáuridos, que han sido encontrados todos en Asia y han vivido a principios del período cretácico. Esto se debe a que antes América y Asia estaban unidas, y algunos de los primeros anquilosáuridos debieron cruzar de Asia a Norteamérica.

Anchisaurio

                                           Anchisaurio

El Anchisaurus (reptil cercano) fue un prosaurópodo que está bastante emparentado con el Ammosaurus, como irás viendo a lo largo del artículo. Medía unos 2m de longitud, vivió durante el período jurásico inicial, y sus restos han sido hallados en EEUU. Al encontrar sus restos, a principios del siglo XIX, los científicos pensaron que estos eran de un homínido, y no fue hasta 1912 cuando lo nombraron como un dinosaurio llamado Anchisaurus. Su hábitat debió de consistir en un valle con un lago en el centro, según las estimaciones de los científicos y su sentido común.

El Anchisaurus era bastante pequeño para ser uno de los ancestros de los saurópodos, pero tenía muchos otros rasgos característicos. Para empezar podía andar sobre su cuatro patas, o sólo sobre las posteriores, las cuales tenían cinco dedos. Sus patas anteriores disponían de cuatro dedos y una garra en el pulgar, para defenderse de los depredadores, aunque el mejor recurso defensivo de este animal era su velocidad, ya que al contrario que los demás saurópodos y algunos prosaurópodos, era bastante ligero y rápido. Este dinosaurio estaba dotado para correr debido al escaso peso de su pequeño cráneo, a unas patas posteriores muy desarrolladas, y a una cola con la que mantenía el equilibrio (aunque su cráneo fuese ligero, su cuerpo pesaba más).

En cuanto a la dieta de este animal, era bastante variada, pero siempre herbívora. Al poder andar a cuatro patas, podía comer las plantas y brotes que se encontraran a ras de suelo, y como también se podía erguir sobre sus patas traseras, llegaba a comer helechos y brotes a una cierta altura (además de que este fue uno de los primeros dinosaurios que podían estirar el cuello para levantar la cabeza). Se cree que tuvo mejillas, los que a la hora de comer le evitaría la caída de la comida al masticarla, que es lo que se sucedía a la inmensa mayoría de los dinosaurios. Sus dientes estaban aserrados, pero no preparados para triturar las hojas (de eso se encargaba el estómago, que se ayudaba de los gastrolitos que ingería este animal), sino tan sólo para arrancarlas.
 Se cree que este dinosaurio debió vivir en grupos y cerca de los lagos, para defenderse mejor de los depredadores y tener a mano el agua, respectivamente.

Anatotitan

                                             Anatotitan

El Anatotitan (Pato titánico) fue digamos un hadrosaurio bastante estándar, sin ninguna gran característica que llamase la atención a primera vista. Medía unos 10m de largo, pesaba hasta 4 toneladas y vivió durante el período Cretácico tardío, justo al final de la era de los dinosaurios. En 1882 aparecieron los primeros restos fósiles de Anatotitan, al que clasificaron como Anatosaurus, y sirvió de inspiración para acuñar el término hadrosaurio o dinosaurio de pico de pato. Durante las siguientes décadas, se siguieron hallando restos del supuesto Anatosaurus, pero muchos especialistas no creían que este fuese un género independiente, sino fósiles de Edmontosaurus, otro gran hadrosaurio de Norteamérica. Finalmente, en un intensivo estudio realizado en 1990, parte de los restos fósiles de Anatosaurus quedaron reflejados como Edmontosaurus, y el resto recibieron el nombre de Anatotitan.

Anatotitan resulta ser un hadrosaurio evolucionado pero débil, muy débil ante los depredadores, ya que su tamaño era su única arma, aunque si está claro que no podría hacer nada ante carnívoros como Tyrannosaurus. La complexión de Anatotitan era la de un animal muy ligero y esbelto, con patas muy largas y un largo pico sin dientes, aunque disponía de mejillas en las tenía baterías de dientes para moler la vegetación. En principio se suele representar a este dinosaurio con una postura cuadrúpeda, pero no es nada difícil que también fuese capaz de trotar o caminar a dos patas, como en el caso de Iguanodon. Una interesante teoría sobre este dinosaurio es la de que fuera capaz de hacer curiosos sonidos como en el caso de Parasaurolophus o Saurolophus, gracias a algún tipo de mecanismo en el cráneo.

Este dinosaurio es uno de los pilares de una teoría no muy conocida sobre si los hadrosaurios podían nadar, ya que se cree que los dígitos de este ornitópodo estaban envueltos por unas almohadillas carnosas a modo de palmeaduras, algo parecido a las membranas de los anfibios de hoy día, pero menos especializado. Pero mi pregunta es, ¿de qué le podría servir al Anatotitan saber nadar? Tal vez para escapar de los terópodos (si es que estos no podían nadar), pero lo veo poco aceptable.

Amphicoelias fragillimus

                                  Amphicoelias fragillimus

El motivo de que vaya a describir a este dinosaurio a nivel de especie es que el A. fragillimus es muy distinto en tamaño al A. altus, así que les haré dos descripciones separadas.

El Amphicoelias (Carácter hueco en ambos lados) fragillimus no es un dinosaurio como otro cualquiera, ya que pudo ser el más largo de todos, el más pesado de todos, o pudo sencillamente no haber existido. Tanto el estudio como la historia de este dinosaurio son muy complicados,  y las estimaciones de su longitud y peso son muy variadas, aunque yo voy a poner la más acogida. Este saurópodo medía entre 52 y 58m de longitud, pesaba entre 100 y 135 toneladas y vivió durante el período Jurásico tardío en EEUU. Los restos de este dinosaurio fueron hallados y descritos en los años 70 (del siglo XIX) por Edward Drinker Cope, un renombrado paleontólogo rival de Marsh.

El Amphicoelias es uno de los dinosaurios que peor se conocen, ya que tan sólo se halló de él una vértebra rota y parte de un fémur en mal estado, y estos restos ya ni siquiera están disponibles hoy día, ya que se desintegraron al poco de ser extraídos de la tierra. Lo único que nos queda para analizar una y otra vez al Amphicoelias es el dibujo de la vértebra hallada del cuaderno de Cope (imagen inferior), que ha sido interpretado por varios paleontólogos en montones de ocasiones. De haber tenido el tamaño nombrado anteriormente, nuestro diplodócido gigante habría sido hasta un tercio más largo que Argentinosaurus, más del doble de largo que Diplodocus, casi el doble de largo que la ballena azul más grande, y tan pesado como 20 Tyrannosaurus juntos o 1800 humanos.

Aún así, Amphicoelias era delgadito dentro de lo que cabe, porque también tenemos a otro saurópodo indio llamado Bruhathkayosaurus cuyo peso se estima en 200 toneladas, y medía menos que Amphicoelias, aunque también es conocido por restos muy pobres. Está claro que Amphicoelias no tenía depredadores naturales, ya que en cuanto llegara a los 25m de longitud sería uno de los animales más grandes de su entorno. ¿Pudo haber sido también el más alto? Es posible, pero improbable, ya que su cola era de 32m, más larga que su cuello y su cuerpo juntos por lo que no tendría mucho cuello que elevar. Podría seguir extendiéndome con la historia de la “Guerra de los Huesos” y todo eso, pero lo importante ya está dicho. Ojalá algún día se encuentre un ejemplar completo de Amphicoelias que despeje todas nuestras dudas y le de al A. fragillimus el papel que se merece, el de mayor animal terrestre de todos los tiempos.